domingo, 7 de julio de 2013

Remanso para un corazón cansado



 
ESTACIÓN


Hace mucho que no sueño con trenes

ni estaciones en donde quedarme.




Las palomas detienen su vuelo.

Se alimentan.

Beben el agua sucia de las alcantarillas.

El viento desmantela sus nidos.




Grave

la ciudad se acuesta en el atardecer

a orillas del río,

al final de la calle.




Cada tramo de asfalto

guarda un corazón empedrado

y cada esquina, una glicina en llamas.




Aroma con jadeo de infancia.

Tal vez…

Tal vez ahí

me esperen los trenes.





Ana María Alday




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